Blanco sobre negro

Sobre una dimensión grande de trabajo, conseguimos dividir el espacio en dos áreas independientes. La primera de ellas, la zona de trabajo, dominada por el blanco, donde cocinar y estar con los más cercanos se hará de lo más agradable. La isla, envuelta por una pieza de silestone de espesor considerable en forma de “u”, esconde el espacio de trabajo y de fregadero, a su vez que vuela en la zona de comida. La zona de extracción de humos, cuelga del techo junto a la iluminación.

El espacio secundario, proyectado como zona de estar, reunión y de comida conjunta está enmarcado por una zona de columnas, en madera de roble oscuro, con una perfecta simetría, dejando casi desapercibidos los electrodomésticos, integrados en las mismas. Por último, el acabado en la superficie del pavimento, un parquet con tonos grises y marrones, dan como resultado la unión entre estos dos espacios conservando la idea inicial.